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En esta nueva entrada os hablaremos sobre la Mastitis, una inflamación de la glándula mamaria en alguno o varios de sus cuadrantes o zonas. Dicha inflamación suele producirse por la obstrucción de algún conducto galactóforo, a su vez causada por alteraciones de la microbiota o flora bacteriana que puebla el tejido mamario. Se desarrolla en mujeres lactantes, habitualmente en las primeras 12 semanas tras el parto, aunque puede presentarse en cualquier momento durante la lactancia, incluido el periodo de destete.
La proliferación de bacterias en el tejido mamario suele ser la causa responsable de la obstucción del conducto/s en los que se produce la mastitis. En la mayoría de los casos, la presencia de la bacteria "estafilococo aureusen" en la leche es lo que hace que el conducto se obstruya.
Este tipo de bacterias crean biofilms, que se adhieren, junto con otras moléculas, a las paredes de los conductos mamarios, endureciéndolos, haciéndolos menos flexibles, dificultando así el fluído de la leche, hasta taponar el conducto. Para entenderlo mejor, se podría comparar con lo que sucede en los vasos sanguíneos cuando aumenta el colesterol.
Los factores que predisponen una mastitis son:
-Presencia de grietas en el pezón.
-Retención de leche o drenaje incompleto de la mama.
-Tratamiento con antibióticos durante el embarazo, parto o postparto.
-Cambio abrupto (disminución) en la frecuencia de las tomas.
-Uso de sujetadores inapropiados o muy apretados (con aros) y/o posición incorrecta al dormir.
-Mastitis aguda: es la más conocida y la más fácil de diagnosticar, ya que se acompaña de síntomas como fiebre (>38,5ºC), escalofríos, dolor intenso en el pecho, zona enrojecida con abultamientos, síndrome gripal, malestar general...
-Mastitis subclínica: es más difícil de diagnosticar, ya que produce síntomas como el dolor (más o menos intenso, descrito como pinchazos o agujas que atraviesan todo el pecho o calambres que irradian hacia la espalda o el brazo, sensación de quemazón...). No está acompañada de fiebre ni de enrojecimiento, por lo que se sule infravalorar. Es una de la causas de abandono involuntario de la lactancia materna.
Posibles complicaciones de la mastitis:
Por lo general no tiene por qué haber complicaciones ni repetirse si está bien tratada, pero en caso de no ser así, pueden ocurrir ciertas cosas como:
-Mastitis de repetición: se da si el tratamiento no es el indicado, si no se toma por completo o si la situación del bebé sigue sin ser efectiva. En este caso, hay que volver a evaluar a la madre y llegar a la causa que produce la mastitis.
-Absceso: es el resultado de una mastitis mal tratada o ignorada. Se produce cuando el tejido mamario reacciona tratando de aislar las bacterias causantes de la mastitis en una cápsula de tejido conjuntivo. El absceso requiere muchas veces punción y drenaje para poder resolverlo.
-Abandono involuntario y precoz de la lactancia: es la complicación más habitual. El desconocimiento y los consejos erróneos por parte del entorno de la mujer, ya sea a nivel personal o profesional, hacen que la lactancia cese y se pase a la lactancia artificial.
¿Qué hago si tengo mastitis?
Lo primero que haremos en las primeras 24 horas es realizar una extracción frecuente y eficaz de la leche. En caso de que la madre tenga mucho dolor, presente grietas en el pecho o no consiga que el bebé lo agarre, se puede hacer la extracción con la ayuda de un sacaleche o incluso de forma manual, ya que uno de los efectos no deseados que puede producir la mastitis es una disminución de la producción de leche.
Además, debería pedir consulta con una matrona especialista en lactancia para que valore si la succión del bebé es efectiva y, en caso de que no sea así, pueda ayudar con otras técnicas de extracción de la leche.
Otras medidas que podemos llevar a cabo serían:
-Aplicar frío en la zona afectada: nunca se debe aplicar calor, ya que facilita la proliferación de las bacterias y aumenta la inflamación.
-Tratamiento con antiinflamatorios: como el ibuprofeno, que ayudará a bajar la fiebre y a disminuir la inflamación.
-Uso de probióticos específicos para la lactancia.
-Antibióticos: en caso de ser necesarios debido a la no mejora de la mastitis. Para ello es imprescindible acudir al médico.
Estamos encantados de responder cualquier duda en los comentarios.
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